Taller de Valores, 12 de diciembre

Taller de Valores IV

Sábado 12 de diciembre de 2015

Docente: David Cuevas

En la última sesión del año 2015, durante el Taller de Valores surgió la oportunidad de hablar sobre los deseos y las necesidades más profundas que cada persona puede tener, las cuales además se alojan en la memoria corporal, por ello que para el trabajo de ese día se necesitara de realizar una reflexión corpórea a partir del movimiento libre y natural por el espacio, integrando el contacto.

Para iniciar se realizaron estiramientos con plena conciencia, sintiendo y observando las reacciones del cuerpo y la respiración.

Posteriormente se llevaron a cabo ejercicios de contacto, en un primer momento por parejas, uno debía recargarse en la espalda del otro y recorrer con la cabeza todo su cuerpo; en la segunda parte, debían llegar al otro extremo del salón  al mismo tiempo que interceptarían a otra u otro compañero. El ejercicio implicaba mirarse, encontrarse y aprender de los movimientos de la persona que se tenía enfrente. Finalmente, compartieron sus experiencias somáticas, explicando pensamientos y sensaciones.

Después David les pidió que caminaran por el espacio,  primero teniendo en mente enojos y frustraciones que después deberían expresar verbalmente con un lenguaje personal, indescifrable para los demás; tomando en cuenta también las siguientes preguntas: ¿Qué es lo que quiero?, ¿Lo he dicho todo?

Luego se realizó un ejercicio en el que la mitad del grupo se quedo estático con los ojos cerrados, los demás camiando por el espacio tenían que elegir a alguien para hacerle un masaje, dicha persona tendría que adivinar quién era la persona que lo tocaba. David les fue explicando que el cuerpo guarda memorias de dicha y qué es muy importante aprender a encontrarlas y seguirlas, asimismo que la satisfacción con el otro depende de la apertura corporal de ambas partes.

Se hicieron ejercicios con saltos y giros, se trataba de retar al cuerpo a olvidar sus esquemas normales de movimiento, para dar paso a formas más ricas de expresión, lo importante era contactar con la sinceridad del cuerpo más allá de los aspectos estéticos

Continuando con el lenguaje individual que cada uno había creado, realizaron una  conversación en parejas con los siguientes temas: calcetines perdidos,  la escuela, falta de dinero, infidelidad, aborto, plática de padres a hijos sobre educación sexual. Debían utilizar  todos sus recursos para intentar que el otro comprendiera lo que se intentaba decir.

Nuevamente por parejas, tratarían de responder dos preguntas: ¿Qué quiero? y ¿Qué mundo quiero?, esto sin hablar, siendo intérpretes de la o el compañero. Así se pudieron escuchar anhelos sobre que las personas fueran felices, libres y solidarias, sobre la existencia del amor, la generosidad y el diálogo.

Para cerrar el día se dedicó un momento para relajarse y meditar, siendo conscientes del cuerpo y la respiración, así como de los movimientos y ruidos internos que las y los acompañan todo el tiempo.

«Dejen de actuar como una gota pues son el océano mismo, sientan la energía de sus manos y encontrarán el universo…” y con estas palabras David finaliza el taller.