Taller de Arte, 15 de octubre
Taller de Arte I
Sábado 15 de octubre de 2016
Docente: Ana Castelán
En el taller las y los adolescentes aprendieron a realizar papel picado, con motivo de la festividad de día de muertos; para ello, Ana les dio una introducción sobre el artista y grabador mexicano, José Guadalupe Posada.
Ana: La temática del día hoy será el día muertos, esta fiesta es el rescate de nuestras tradiciones e identidad como país, ¿hay alguien que quiera compartir alguna anécdota?
Entonces se comenta que por lo regular en las escuelas se hacen concursos de ofrendas y hay quienes siempre ganan, debido a la creatividad y el empeño.
Ana: Para empezar con en el tema, traje un libro de José Guadalupe Posada, quien fue una grabador mexicano… Nació el 2 de febrero de 1852, en el barrio del Encino de la ciudad de Aguascalientes… Su padre, Germán Posada Serna y su madre, Petra Aguilar Portillo, procrearon ocho hijos, entre ellos: José María de la Concepción, José Cirilo, José Bárbaro, José Guadalupe, Ciriaco y María Porfiria… Después de aprender a leer y escribir con su hermano José Cirilo, Posada ingresó a la Academia Municipal de Dibujo de Aguascalientes… Posteriormente, en 1868 entró como aprendiz en el taller litográfico de Trinidad Pedroza… Algunas de sus primeras caricaturas de crítica política fueron publicadas en El Jicote, periódico de oposición al gobierno de Jesús Gómez Portugal… Comenzó su carrera haciendo dibujos, copiando imágenes religiosas y como ayudante de un taller de cerámica…
Así, Ana siguió explicando: En 1872, Posada y Pedroza deciden instalarse en León, Guanajuato, donde ambos se dedicaron a la litografía comercial. En León, Posada abrió su propio taller y trabajó como maestro de litografía en la Escuela de Instrucción Secundaria, asimismo, realizó litografías y grabados en madera que ilustraban cajetillas de cerillos, documentos y libros. En 1873 regresó a Aguascalientes, en donde contrajo matrimonio con María de Jesús Vela en 1875. Al año siguiente le compró la imprenta a Trinidad Pedroza. De 1875 a 1888 continuó colaborando para varios periódicos de León, entre ellos La Gacetilla, El Pueblo Caótico y La Educación. Logró sobrevivir a la fuerte inundación de León ocurrida el 18 de junio de 1888, publicó varias litografías que representan la tragedia en la cual se hallaron más de doscientos cincuenta cadáveres y se reportaron más de mil cuatrocientas personas desaparecidas. A finales de 1888 se trasladó a la Ciudad de México, en donde aprendió el oficio de técnicas de grabado en plomo y zinc. Colaboró para el periódico La Patria Ilustrada y la Revista de México hasta los primeros meses de 1890.
Luego, Posada comenzó a trabajar con Antonio Vanegas Arroyo, hasta que pudo establecer su propio taller litográfico. A partir de entonces emprendió un trabajo que le valió la aceptación y admiración popular por su sentido del humor, propensión a lo dramático y calidad plástica. En su obra, amplia y variada, retrató las creencias y formas de vida cotidiana de los grupos populares, criticando los abusos del gobierno y la explotación del pueblo. Además, ilustró las famosas «calaveras», versos alusivos a la muerte que junto con sus demás ilustraciones, se distribuían en periódicos y hojas sueltas. En 1893 colaboró de manera irregular para el periódico Gil Blas, el cual estaba dirigido a la clase pobre del pueblo y de tinte antiporfirista.
Pese a su obra variada y popular, el grabador no fue tan reconocido como otros artistas contemporáneos. Consciente de la situación social, criticó y convirtió sus personajes en seres fantásticos. Su principal personaje fue la calavera garbancera, este término se refiere al término de los mestizos que se vestían como españoles. Más tarde, Diego Rivera reutiliza la calavera y la denomina catrina. Fue hasta su muerte que comenzó la valoración de su estética como verdadero arte popular.
Posteriormente, Ana proyectó un vídeo de la biografía del artista.
Ana: Hoy vamos a trabajar con papel picado…
Así, Ana les fue dando indicaciones sobre cómo trabajar el papel, comentó que los aspectos más importantes de este tipo de trabajo es la simetría, así como el material, el color y por supuesto, el tema alusivo a día de muertos.
Ana: Los que tienen dos colores de papel, van a poner uno y luego el otro, de tal forma que los doblen por la mitad, marcando la línea de en medio… Toman un poco de pegamento, lo ponen en el centro, siguiendo el eje vertical y pegan la otra encima…
Al concluir la serie de calaveras, comenzaron con un mantel de papel picado. De igual modo, dio las indicaciones y apoyó a las y los adolescentes en la elaboración de éste.
Ana: ¿Me pueden decir cuáles fueron los objetivos de trabajar el papel picado?
Algunas respuestas fueron las siguientes: la conciencia de las herramientas, el uso del papel, la tolerancia y la paciencia.
Todos trabajaron arduamente, algunos incluso se llevaron sus moldes para poder hacer calaveras y adornar su casa. Finalmente, el taller concluye, con la expectativa de celebrar el día de los muertos.
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