Taller de Valores, 19 de noviembre

Taller de Valores III

Sábado 19 de noviembre de 2016

Docente: David Cuevas

En el taller del día de hoy, las y los adolescentes trabajaron con los ojos vendados, exacerbando así su receptividad  y sensibilidad en otras áreas, fue una sesión para experimentar y permitirse explorar sus propios límites. Primero, David inició preguntándole al grupo sobre las actividades que habían realizado recientemente, algunos  comentaron lo que escucharon, que aprendieron nueva música o que leyeron un libro interesante, otros tuvieron días normales dentro de su rutina de la escuela y la casa.

David: Estamos en una calma, sin embargo, no es lo que una persona con poder pueda manipular, sino lo que nosotros mismos creamos… Tienen que hacer algo… No pueden permanecer en una actitud de indiferencia… La Fundación no apoya actitudes de este tipo… Si te quedas en la flojera mental, no propones nada, ni a tu familia, ni a ti mismo… Hoy tuvimos una junta con jóvenes emprendedores de Malinalco, ellos nos demostraron que es uno el que construye sus propios muros, hay actitudes que te cambian el día, si vas por la vida así, dañas y contagias a aquellos que tienen buena actitud… Si no haces algo, esto no va a funcionar… Date oportunidad de traspasar esto y ser valiente, tú tienes sabiduría interna… Me siento molesto de que nos vean como seres ignorantes y agachados en Estados Unidos, nosotros no lo somos…  Estás en una etapa que si no te pones las pilas vas a traer una joroba… Si no nos ponemos en actitud de aprender, no va a pasar nada… Y lo único que va a pasar es que esta mala actitud la vas a contagiar… Hoy vamos a ver justo esta atención de lo que puedes aprender y llevar a casa… Algo va a pasar, algo bueno si tú lo quieres… Vayamos más allá de esa incomodidad, son momentos en lo que tú tienes que reflexionar, este taller va más adentro… Pero todavía veo actitudes negativas…. Si tú aprendes algo de estas clases, está valiendo la pena… Entonces, vamos a trabajar un rato con los ojos cerrados…

Las y los adolescentes fueron vendados, se les dio la instrucción de salir del salón y bajar las escaleras hasta el salón de meditación, esto con mucho cuidado y en silencio. Ahí dentro, caminaron por el espacio siguiendo las indicaciones de David. En varios momentos se encontraron con parejas con las que se detuvieron para conectar con sus manos, brazos y rostro de manera sutil y amable.

Permanecieron atentos, y también un tanto a la defensiva para evitar ser tocados en las costillas o los costados; después de esto, movieron libremente la cadera, los pies y los brazos.

David: ¿Cómo te sentiste?

Algunos de los comentarios fueron los siguientes: rara, tuve miedo de andar por las escaleras, debo confiar más en mí y seguir a delante a pesar de los obstáculos; tenía miedo de resbalarme y caer, aquí aprendí a relajarme, a caminar a obscuras y a seguir mi camino, a escuchar; me sentí inquieto por temor a caerme y que los demás cayeran encima de mi, aprendí a escuchar y a confiar, no solamente en lo que veo, sino en lo que escucho también; al momento de bajar las escaleras, sentí un poco de miedo por caer, al momento de interactuar sentí curiosidad, cuando caminé por el salón sentí curiosidad y aprendí a que no soy el único, debo tener empatía; en las escaleras sentí confianza porque me tomaron por los hombros, también aprendí que no soy el único y que tengo que respetar a los demás, sentí también presión por pensar que no lo iba a lograr.

David: Revisa cuál es tu zona sagrada… ¿Cuál es la zona que vas a cuidar?… Muy lentamente, toca las manos de tu compañero… Cómo son sus dedos, sus uñas y con el tacto, ve platicando cuál es tu zona sagrada… Vas a modificar tu cuerpo conforme tus sensaciones… Lleva este contacto a los brazos suavemente y cuéntale una historia a la persona que tienes en frente, únicamente con tus manos… Lleva el contacto de sus hombros a la espalda y cuéntale algo mientras haces este contacto, qué sientes, qué hay… Lleva el contacto a su rostro y regresa despacio a las manos… Muy lentamente te vas a sentar espalda con espalda con esa pareja, tú decides como quieres tener las piernas… No te encargues, que sea amable la respiración, date chance de conocer una respiración nueva, inhala y exhala profundo… Comunícate con el cuerpo de tu pareja, para saber de qué forma pueden pararse juntos… Escucha a tu pareja, no camines por ti, me abro y escucho la propuesta, suban los brazos y estiren la espalda del otro sobre su energía… Ahora busca otra pareja, busquen ser grupos de cuatro… Caminen con los brazos arriba espalda con espalda… Busca ahora un grupo de ocho y sigan escuchando…

Para la siguiente actividad, todo el grupo cargó a varios compañeros, pasándolos lenta y receptivamente uno a uno, fue un momento disfrutado pero a la vez, en el que se sintió nerviosismo. Posteriormente, se compartieron las experiencias vividas en el taller, algunos de los comentarios sobre el manejo de energía fueron los siguientes: cosquillas y calor; me ganó la ansiedad; me confundí; me puse nervioso; sentí la energía de mi compañero.

David: Sí, yo creo que es eso, todo tiene una energía, todos los elementos de la tierra… Quiero terminar mencionándoles que no hay que irnos a la primera y ver lo que no es… No regresen al “chale que flojera” o “no me toques”… Cambien con su energía lo que tienen en la cabeza… Crucen el bosque sin miedo de que los piquen las serpientes, no se sientan como el que no puede, simplifíquenlo como energía… No dejen que pase la vida sin hacer nada… Los ojos ven mucho al exterior, cuando trabajamos con los ojos cerrados, veo al interior y otros sentidos se hacen más fuertes… ¿Qué identificaron al trabajar con los ojos cerrados?

Finalmente, los últimos comentarios fueron: con los ojos abiertos me puse tenso; cuando estás con los ojos abiertos tienes prejuicios; yo me puse muy nerviosa, pensé que me iba a pegar; al parecer es interesante, al principio no entendía mucho pero conforme pasó el tiempo, me sentí mejor; a mí en lo general, me gustó mucho el taller de hoy, puede haber personas que sean un obstáculo en la vida, pero tú tienes que seguir adelante.

Para terminar con la sesión, se realizó un ejercicio de relajación, en el que mediante la meditación se llevó a cabo una reflexión sobre lo vivido y aprendido, la importancia de accionar y de ver más allá de lo evidente, de buscar empatía y respeto en las relaciones. Definitivamente fue un taller muy disfrutado, en donde se mezclaron la curiosidad, el nerviosismo, la búsqueda y el aprendizaje.