Gravity
Josué Vergara Alarcón
Cada persona tiene su propia gravedad, me he dado cuenta de ello, no hace mucho, en realidad tal vez un año y medio ha transcurrido desde que inventé éste fenómeno antropométrico-universal en el cual explico que cada persona en el mundo sin excepción, es afectada directa o indirectamente por el resto de la población mundial.
Con respecto a lo anterior, podemos concluir y explicar de manera más sencilla algunos sucesos que a los humanos les concierne habitualmente, por ejemplo, el coqueteo; solo requieres de una atmósfera, el día indicado, en las condiciones más habituales y en las no habituales también, para que se genere esta danza entre ojos, sonrisas u otro aspecto visible.
Si nos posicionamos en una situación de éste tipo, en la cual, nos guste una persona que veamos en algún sitio, sentiremos inmediatamente una fuerza de atracción mayor a lo normal en una sola dirección que apuntará hacia éste sujeto previamente mencionado.
Muchas veces se aumentará la gravedad si negamos que puede ser posible, y mientras más se piense mayor efecto tendrá aquella persona sobre nosotros, inmediatamente comenzaremos a interesarnos más y más (si no hay algún objeto que impida el proceso) hasta que nos encontremos de frente y entonces sepamos la verdad. Sólo así pueden crearse lazos más fuertes entre dos sujetos, o bien, aminorar la gravedad propia hasta el punto de eliminarla por completo.
En parte miento, ya que no es posible suprimir ésta fuerza en su totalidad, siempre existirá una conexión entre dos partículas que se encuentran entre sí por más mínima que sea su interacción.
Científicamente está comprobado que es posible éste comportamiento, bien lo explica Schrödinger en el entrelazamiento cuántico, el cual describe que sí dos sistemas interactúan entre sí durante cierto período de tiempo y luego se separan, a cada uno lo describiremos como un sistema separado del otro, pero de alguna manera sutil están convertidos en uno solo. Uno de ellos sigue influyendo en el otro, a pesar de kilómetros de distancia o años luz.
Me he dado cuenta de ello puesto que en el mundo yo interactúo directa e indirectamente, afecto a quienes estén a mi alrededor y debo ser consciente de ello, me he enamorado y esto ha generado que la gravedad me atraiga una y otra vez a un ser en particular durante un periodo que lamentablemente ha sido limitado.
Todos los días que me dirijo al colegio observo siempre rostros nuevos, algunos otros que cambian un poco su apariencia y unos cuantos más que simplemente siguen siendo ellos mismos, hay de todo en cada día, algunas sensaciones se impregnan en más de dos días consecutivos y algunas otras son momentáneas, pero de ello se trata; comprender que somos parte de todo, aunque no sea explícitamente, y será por el resto del tiempo un aspecto irremplazable uno que no puede ser destruido sino que se transforma en otro tipo de materia, de sensación o experiencia.
La vida (en cuánto a gravedad corresponde), suele ser muy directa y se encuentra en distintos estados, en distintos matices y cantidades. Pero un aspecto que más debemos tomar en cuenta y aprenderlo como tal es el hecho de que todo en la vida es individual y, por tanto, imposible de poseerse, sean objetos, recuerdos, personas, animales, y demás, nadie debe de.
A excepción del pensamiento propio, pues éste es puramente una consecuencia de nuestra existencia, lo originamos, decidimos cuándo suprimirlo y a su vez, muchas veces es sepultado junto con lo que quede de nuestra existencia. Nadie, nunca jamás volverá a pensar de ésa manera, pues no poseerán las mismas circunstancias o motivos y por ende, ningún sujeto podrá ser duplicado jamás.
Gravity
Josué Vergara Alarcón, 5 de mayo
Fundación S.K.Y., A.C.
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