Taller de Valores, 1 de julio
Taller de Valores II
Sábado 1 de julio de 2017
Docente: David Cuevas
En esta ocasión las y los adolescentes trabajaron con movimientos bruscos y sutiles a la vez, que los llevaron a conocer las diferentes posibilidades de su cuerpo y a contactar con otros espacios de conciencia e intención, logrando resultados de sorprendente valor estético y reflexivo.
Para iniciar, se colocaron en círculo y realizaron un calentamiento, empezando con las extremidades inferiores.
David: Inhala, flexiona y estira, te sientas, quédate ahí, ahora abre piernas, abre tus muslos… Trata de mantener tu espalda derecha… Abre un poco más, coloca tus manos atrás y te sientas… Estira tus rodillas y mueve los pies hacia dentro… Flexiona y pasa tu brazo por atrás, tómalo con la otra mano, baja tu cabeza para besar tu rodilla… Toma las palmas de los pies y estima las piernas…
De esa forma fueron siguiendo las instrucciones de David, exhalaron con la espalda bien derecha y los brazos hacia arriba. Posteriormente, movieron las muñecas, abrieron y cerraron las manos, se colocaron por parejas para estirar la espalda, subiendo el pecho y pegando la coronilla al piso, uno se subía en la espalda del otro para poder flexionar las rodillas. Después, individualmente realizaron cobras y planchas.
David: Hoy vamos a ver la delicadeza que tiene el cuerpo con los movimientos más sutiles… A eso se le llama la pequeña danza o el pequeño movimiento interno… Se necesita mucha fuerza corporal y mental… Cambien de pareja y vengan para acá…
Entonces, por parejas giraron por el suelo, tomándose de los tobillos; luego, uno tomaba del torso a su pareja para intentar detenerlo con su peso. Después, hicieron carretillas cambiando de pareja, aunque en ese momento el que estaba abajo era el que hacía fuerza con sus piernas para agarrarse de la cintura del otro. Posteriormente, de manera individual se impulsaban hasta el suelo con la intención de levantar las piernas y sostenerse por unos segundos, luego en una variación siguiente, tomaban impulso para pararse de manos con ayuda de un muro.
David: Vamos ahora a hacer ejercicios más precisos…
Empezaron entonces a girar con los antebrazos, pero sin tocar el piso con el torso; fue un ejercicio que requería de concentración y de mucha fuerza a la vez.
David: Experimenta tú solo y siente tu ritmo, busca… No bajes la cadera, encuentra muchas figuras, jueguen ahora con los ritmos, pueden alternar lentitud y rapidez…
Después de que David les explicó el siguiente ejercicio, se dividieron en dos equipos para continuar, asimismo realizaron variaciones de la actividad, en donde se les pidió extender los brazos, juntando los movimientos en un dueto.
David: Hazlo poético… Rueden por todo el salón, deben pasar de punta a punta, si te encuentras con un cuerpo, tienes la posibilidad de subir la pelvis y pasar por él… Quédense quietos, bajen sus brazos, cierren los ojos… Descansa y respira, siente tu cuerpo… Concéntrate en ¿cómo estás?, ¿dónde sientes más trabajo muscular?, ¿en las piernas?, ¿en los brazos?, ¿dónde te sientes más trabajado?… No pienses sólo en el cansancio, hay más cosas… Muy lentamente lleva tus rodillas al pecho, saca el aire por la boca… Con mucho cuidado ponte en posición fetal e incorpórate lentamente, continúa con los ojos cerrados, saca el aire por la boca… Mueve el cuello en círculos, despacio… Abran los ojos, vamos a comer y regresando vamos a reutilizar lo que aprendimos…
Para continuar con la segunda parte del taller, se cambió de espacio; entonces para retomar la actividad, caminaron por todo el salón, mientras lo hacían, realizaban una fila de masaje. Así, avanzaron en pareja e hicieron esculturas cuerpo con cuerpo, apoyándose en tres puntos de contacto con el suelo, luego en 20 puntos y finalmente en un punto. Después, el apoyo fue de cinco puntos, al estar trabajando en pareja, uno observaba al otro y le colocaba cuatro piedras, la persona tenía que levantarse, ayudado por el observador, éste le daba indicaciones, lo importante era no tirar las piedras.
David: Trata que en un solo movimiento trabaje tu cuerpo y tu mente…
Las y los adolescentes pasaron varios minutos intentando levantarse sin dejar caer las piedras, logrando movimientos muy bellos de manera inconsciente, concentrándose en la delicadeza de sus acciones para lograr el objetivo.
David: Escuché muchas cosas interesantes, ¿cómo le hago? o ¡no sé cómo!… Hay muchas energías en tu cuerpo que se bloquean y empiezan dolores y sufrimiento, a partir de estas preguntas, pueden aprender a liberarse, es un ejercicio muy literal, pero pueden empezar a liberarse de piedras metafóricas… Si no ponemos atención en lo que hay en nuestro cuerpo y lo que tenemos que poner para levantarnos, puedes quedarte ahí frustrado y enojado… A lo que voy es a que te levantes y hagas el esfuerzo… Hay cosas impresionantes en sus cuerpos… Sí podemos levantarnos, podemos hacer muchas más cosas…
En el siguiente ejercicio, se utilizaron ocho piedras para cada persona, no obstante, trabajaron en equipo. David les indicó que era importante que escucharan las motivaciones del grupo, que cuidaran en que no se convierta en un ejercicio de broma, debían cuidar a su compañera o compañero.
Lo único que debe escuchar son las motivaciones del equipo, cuiden que no se convierta en un ejercicio de broma, cuiden a su compañero.
David: ¿Qué sentiste?
Algunos de los comentarios de las y los adolescentes fueron los siguientes:
- Sentí mucha contracción, pero también las cosas que te dicen te ayudan.
- Me frustré de que que mucha fuerza depende de las piernas, me sentí bien de haber llegado hasta arriaba.
- Me costó levantarme con las piernas.
- Me levanté con mucha satisfacción interna.
- Me sentí bien de no hacer las cosas solo.
- Fue difícil, pero sabía que no me iba a rendir.
- Al principio me sentí nervioso, después sentí felicidad.
- ¡No me di cuenta de cómo me pude parar!
- Me pareció algo muy padre y todos los ejercicios estuvieron ligados para estar en esto; la primera parte era más violenta; no me cansé en la segunda parte, pero es algo emocional muy fuerte y todo lo conectas con tus cosas y problemas y te hace ver que si puedes.
- Yo solo me quedé con dos piedras, pero terminé con mucha satisfacción porque realmente me esforcé.
David: A mí este ejercicio me lo enseñó un profesor, primero me puso en taparrabos y luego me dejó 30 minutos para que sintiera las piedras… Él siempre me decía cosas como “gracias por existir para observarte a ti”… Tenemos que luchar con nuestra corporalidad y contemplación, sirve para vaciar piedras y egos, la dinámica puede ser muy poderosa… El que tú puedas levantarte aún con piedras en tu cuerpo es porque estás en disposición física y mental… Si no, ubica tus bloqueos, si no sabes cuánto pesan, no sabes cómo trabajarlos… El punto es que puedas tener herramientas y levantarte… No sé si les pasó que no sabían de dónde sacar fuerza… Nos ponemos de pie, juntamos tobillos, me estiro…
Para finalizar, realizaron ejercicios para estirar el cuerpo, después de todo el movimiento de la actividad fue necesario tomar un tiempo para relajarse y meditar. El taller concluyó, fue un momento de aprendizaje, que como siempre las y los adolescentes aprecian, fue interesante reflexionar cómo es que en ocasiones tenemos que ser mucho más cuidadosos y detallistas al movernos, como un pequeño movimiento puede requerir de toda la fuerza que tenemos, justo para lograr algún objetivo que nos hayamos planteado.
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