Taller de Valores, 2 de septiembre

Posted by on Nov 17, 2017 in Nuestros talleres | No Comments

Taller de Valores IV

Sábado 2 de septiembre de 2017

Docente: David Cuevas

 

En la sesión del día de hoy, las y los adolescentes pudieron contemplar el fluir interno a través de movilizar su energía de manera consiente, este ejercicio los llevó a salir de la queja mecánica, a mirar las posibilidades de utilizar las herramientas concretas del movimiento para modificar sus pensamientos y por tanto su entorno.


El taller inició con calentamiento y estiramiento, esto activó la energía del grupo; cuando el calentamiento finalizó, las y los adolescentes buscaron un lugar en las distintas paredes del espacio para estirar su espalda hacia atrás, apoyando las palmas y luego los codos; cuando llegaron a su límite, recogieron su cuerpo haciéndose «bolita»; posteriormente siguieron estirando su espalda, el pecho y los brazos, haciendo una especie de lagartija en la pared.

David: Vengan al centro, calienten sus muñecas… De aquí a la pared de flores van a flexionar rodillas, llévenlas al pecho, para atrás y saltas con un impulso hacia adelante….

El grupo fue pasando por parejas; para el siguiente movimiento tenían que pararse sobre las manos con rodillas flexionadas, para esto utilizaron un cojín que protegiera su cara.

David: Ahora sí vamos a utilizar la cabeza, de lo que ya lograron puedan colocar la coronilla… Si ponen la frente se pueden lastimar las cervicales… Lo que más lastima es pensar que se van a lastimar… Junten las almohadas y nos ponemos de pie, vamos a caminar, voy a decir uno, dos y tres… Cuando diga uno, tocan el piso con la mano, en el dos, se acuestan en el suelo y se levantan, al tres, se acuestan, ruedan y se levantan.

Posteriormente, con los ojos vendados caminaron por el espacio, se cuidó que las y los adolescentes no se lastimaran con las paredes; entonces David los llevó en fila al salón de abajo. Ahí continuaron caminando por el espacio, se pusieron en parejas y se encontraron con las manos haciendo una danza que avanzó a los antebrazos y a los hombros. Cambiaron tres veces de pareja, en la última ocasión el movimiento fue más largo, logrando espirales.

David: ¿Qué sentiste con cada una de las personas con las que te involucraste corporalmente?

David les pidió que se quedaran con la sensación del ejercicio y luego volvieron a caminar por el espacio.

David: Busca un lugar para sentarte y acostarte… No cruces piernas, estira tus piernas, deja tus brazos a un lado… Relaja el peso de tus tobillos, relaja el pecho de tus muñecas, el peso de tu cabeza… Relaja tu respiración, relaja todo el peso de tu cuerpo…

Después del momento de relajación David siguió dando instrucciones para el ejercicio.

David: Toma aire por la nariz, exhala por la boca lo más lento que puedas… Mueve los dedos de los pies, mueve los dedos de tus manos, respira y exhala… Flexiona las rodillas, llévalas a tu pecho y exhala… Gira de tu lado izquierdo y envuélvete como cuando duermes en posición fetal y siéntate muy lentamente, muy despacio… Cuando estés sentado mantén los ojos cerrados, quítate la venda… No abras los ojos… Haz cazuelitas con las manos, colócalas en los ojos… Ábrelos lentamente, permite que entre luz a tu mirada y quita tus manos despacio…

Así finalizaron el ejercicio, con el que movilizaron la energía y pudieron seguir adquiriendo habilidades para contactar con quienes le rodean de una manera respetuosa y empática.

David: ¿Cómo están?… No solamente somos cuerpo físico, también somos cuerpo energético y cuerpo consciente… Para eso se necesita energía, lo que hicimos en la primera parte fue generarla, la mayoría del tiempo contenemos esta energía y no la movilizamos… Salgan de la flojera energética que hace que todo nos parezca un fastidio, esto es porque no estás activado… Ahora entraron a un canal muy importante de sensación en su cuerpo, eso ocurre la mayor parte del día, el punto es que no le hacemos caso a eso…  Todo el tiempo estamos suspendidos y sostenidos por nuestro cuerpo y pensamientos… El punto como adolescentes es que lo vayan trabajando y entren en otras responsabilidades…

Después del receso, el grupo continuó con el taller.

David: Camina rápido con hombros hacia atrás y escojan una pareja para seguirla… Escuchen la música y sigan su movimiento natural, me detengo, sigo caminando y respiro… Me junto en un círculo… Abro y cierro mientras brinco, lo hago sin ruido, abro y cierro a la cuenta de tres, suelto mi cuerpo… Cierra tus ojos y no te muevas, percibe tu respiración, el latido de tu corazón y tu temperatura… Inhala, abre ojos y camina… Respira, recupérate… Siente la fuerza en tu cuerpo, en tu mirada…

Bajo la instrucción de David, uno de los adolescentes pasó por encima de los demás, como si fuera una “estrella de rock” en un concierto; fue un momento de desafío y a la vez de muchas risas; después pasaron algunas y algunos más, los que se atrevieron a experimentar. Luego siguieron con otro ejercicio de movimiento.

David: Hombro con hombro camina con tu compañero, busca figuras, no te despegues, no te enganches, trabaja hombro con hombro… Sigan el movimiento y sean más sutiles… Suelto y camino solo, estamos en lo último… Camina hacia atrás… Arriésguense con conciencia en su cuerpo y el espacio…

Luego de que el movimiento se detuvo, David compartió un audio con sonidos del mar.

David: Cierra los ojos, siente frescura en tu energía, tus pensamientos y tu cuerpo, respira y reponte…

David tocó una campana mientras las y los adolescentes estaban quietos escuchando el sonido, inhalaron y exhalaron. Posteriormente, abrieron los ojos y se sentaron en círculo.

David: Además de cansados, ¿qué pasó?, ¿qué les preocupa?…

Algunas de las respuestas de las y los adolescentes fueron las siguientes:

• Calificaciones
• No hay trabajo
• No tengo muchos amigos
• Familia y los problemas de mi mamá
• Escuela, no llego a lo que quiero

David: Siempre tenemos preocupaciones, el punto es verlo y saber qué vamos a hacer, date el tiempo de conocer lo que pasa con tu temperatura, tu corazón, cómo respiras… Nos perdemos en el pensamiento… El punto es que tengas un minuto para llegar ahí, debes tener energía, tu unificación está en el movimiento… ¿Qué están aportando al país?… No hay tiempo para eso porque están preocupados en su propia queja… Te comparto esto porque quiero que lo hagas, no te quedes en esto, si la escuela está terrible, no te quedes así cuatro años de tu vida, no te quedes sólo quejándote, muévete…

Para el siguiente ejercicio, David les explicó que tenían que caminar y pensar en lo que quisieran, cuando escucharan el címbalo, debían cerrar los ojos y quedarse ahí por un minuto.

David: Cuando abran los ojos van a ver este espacio con otros ojos, mantengan la sensación.. Tómenlo como un movimiento interno.

Realizaron el ejercicio, en el que se pudo apreciar como el grupo se movilizó.

David: ¿Creen que un minuto puede cambiar la vida?

Algunos comentarios fueron los siguientes:

  • Sí y no, no porque no es lo suficiente y sí porque en un minuto empiezas a abrir tu mente y buscas maneras de solucionar y salir.
  • Tan solo un minuto hace grandes cambios, por ejemplo, en el automovilismo; en solo un minuto nos cuestionamos e importa más lo que tú crees de ti mismo y que estés a gusto con quien eres.
  • El trabajo en los talleres me ayuda a conocerme a mí misma, a saber qué es lo que quiero para mí; un minuto si es muy importante, en milésimas de segundo puedes hacer muchas cosas.
  • En un minuto sí puedes cambiar la situación, puedes tener un minuto de sobra, puedes darte un minuto para ti mismo.
  • El hecho de bailar así, nos hace relajar, nos podemos mover de todo lo que nos aflige; un minuto te ayuda a darte cuenta de que tienes movimiento.

Yu Hing: Un minuto me parece muy poco, pero justo es un tiempo para uno y para poder pensar en otras alternativas.

David: Tienes las herramientas… Conocí a chicos con adicciones fuertes en el tutelar en el que doy clases, uno me dijo “si yo hubiera tenido estas herramientas, no hubiera cometido el delito, un minuto lo hubiera cambiado todo”… Idealmente se buscan por lo menos 11 minutos, tómate un tiempo… Si estas herramientas se las pudiéramos dar a todos los adolescentes del país, habría un gran cambio… Hay miles de jóvenes practicando esto, pero aún somos pocos, haz el intento, no lo tomes como algo que solo pasó en el taller de hoy…

Y así finalizó el taller, con la reflexión sobre la posibilidad de hacer y de compartir lo aprendido, fue un día de movimiento y conciencia.

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