Taller de Narrativa, 7 de octubre
Taller de Narrativa VI
Sábado 7 de octubre de 2017
Docente: Moisés Mendelewicz
En esta ocasión, las y los adolescentes pudieron compartir profundamente su experiencia en el sismo del 19 de septiembre; al concluir, realizaron trabajo de movimiento corporal que derivó en un momento de relajación; finalmente, algunos leyeron para el grupo textos muy valiosos y sensibles.
Al principio, Moisés pidió a las y los adolescentes que le explicaran cómo vivieron el evento del sismo.
Moisés: La gente que no tiene hijos no se asusta tanto… A los que les va peor, es a los que sí tienen hijos, sobre todo cuando son muy pequeños… Yo estaba en Costa Rica, pero sentí una cosa muy fuerte, toda mi energía estaba aquí… Todas las tomas que veía en la televisión eran de lugares que conocía… El asunto es que tenemos ese miedo incorporado en el cuerpo… Yo di clases de movimiento gratis, ustedes ¿qué hicieron para ayudar?
Algunos de los cometarios fueron los siguientes:
- Estuvimos yendo de casa en casa recogiendo despensa; llevamos las cosas a Puebla en caravana, pero no nos permitieron pasar; también fui a ver qué podía hacer en la Cruz Roja.
- Yo me junté con varios amigos y en la esquina de mi casa juntamos cosas; fuimos a un albergue de huérfanos por el metro Cuauhtémoc, ahí solicitaban ayuda para hacer actividades con ellos, me dio mucha cosa porque ellos no sonreían; también mi mejor amigo me dio mucha pena, porque él sufrió mucho al ver la situación en la que estaban, él también fue huérfano.
- La verdad yo no pude hacer nada porque mis papás no querían dejar la casa: fuimos a la casa de mi papá y ahí estuvimos cuatro días, estuvimos limpiado, ni siquiera me dejaban ir a la tienda.
Moisés: Yo creo que la locura que todos tenemos, se agravó…
- Yo quería ir a hacer algo, pero mis papas veían en las noticias que ya había mucha gente y me sentí inútil.
- No pude hacer nada, en la escuela no me lo permitieron y tampoco nos dejaba ir muy lejos porque podíamos estorbar en las vialidades; como que se me bajo el ánimo, dijeron que ya había muchas personas ayudando, por donde vivo casi no hubo daños, no había nada que hacer.
- Yo ayudé a preparar comida porque no había para los brigadistas, nos pusimos como línea de producción.
- Ayudé a juntar gente, un amigo me pidió que lo apoyara en juntar personas para mandarlas a los centros de acopio.
- No pude hacer mucho, porque de la escuela, cuando salí, hice más de una hora a mi casa, mi hermano me dijo que todos estaban bien, pero no sabía de mi abuelita; una tía estaba muy asustada, nos esperamos a que llegaran mis primos y luego mandaron avisar que no saliéramos y que apagáramos las llaves de gas.
- Como mi mamá trabaja en un restaurante, le dijeron que iban a hacer comida; desconozco que parque es, pero había casitas de campaña para que fueran por comida y agua, nos pusimos a hacer comida y la llevamos directamente a los que estaban apoyando; también estuve fuera de metro Hidalgo me registré y me puse empaquetar.
Moisés: Muchas gracias por compartir… Esto ha sido muy difícil… Ahora vamos a estirarnos y a mover todo lo que traemos…
Y así comenzaron el movimiento, recargaron su peso en la espalda del otro por parejas y por cuartetos, poniendo fuerza, Moisés puso música para realizar el movimiento corporal y después la relajación.
Para la segunda parte del taller, Moisés le solicitó al grupo escribir frases o historias relacionadas con las vivencias del sismo, por lo que se cambió de espacio y estar cómodos, el objetivo fue crear un texto grupal.
Moisés: Con las imágenes del temblor, vamos a mezclar varias frases una especie de cadáver exquisito…
(Un cadáver exquisito o cadavre exquis en francés, es una técnica usada por los surrealistas en 1925, y se basa en un viejo juego de mesa llamado “consecuencias” en el cual los jugadores escribían por turno en una hoja de papel, la doblaban para cubrir parte de la escritura, y después la pasaban al siguiente jugador para otra colaboración).
De esta manera quedo el siguiente texto, realizado por las y los adolescentes, así como por Moisés:
Llego y no estoy.
Los pensamientos toman forma humana, te abrazan, quizá como seres humanos.
La gran divinidad nos cobra la vida.
Todo se volvió oscuro, este mundo sin luz, sin saber qué hacer.
La ciudad envuelta en pánico, aterrorizados por las muertes que ocurrieron.
Parecía que había sido el final.
Un pensamiento cruzaba el agua “no se confíe, puede ser que a la próxima…”
Giro, no veo nada, me siento, me agito.
Sin comunicación aparente, el destino fútil de muchas vidas, al caer se rasgó la rodilla.
Edificios cayéndose, perros sin dueño, gente sin casa.
Al parecer a la tierra se le ocurrió hacer el mismo espectáculo de hace 32 años y el evento fortuito formó tiempo inolvidable.
El polvo destruyendo la cuidad, los mientras y los deseos, todos como rocas, algunos como liebres.
Lo que el hombre marcó en décadas, la naturaleza lo borró en segundos.
Frida Sofía espera bajo la lluvia y el frío, ¡no quiere morir!
El temor de no volver a casa, una que no es la misma.
Asustados por el terremoto la gente corre en círculos, escombros de vidas con ellos…
Posteriormente, tres adolescentes compartieron textos con el grupo; el primero estuvo basado en un juego de vídeo en el que se exponían las principales ideas de algunos poemas famosos:
Magga estaba a punto de morir por decimocuarta vez, había mordido una manzana podrida… De nuevo como siempre, al ingerir la pútrida carne se había infectado de sombra carroñera. La actriz realizó cada uno de los torpes movimientos que precedían a su muerte mientras proclamaba sus últimas palabras para todos los presentes…
El segundo cuento, escrito por uno de los adolescentes habló de la futilidad de la vida, la pérdida del deseo y la desesperanza:
Me encuentro inerte ante mi situación, cuando miro hacia afuera, crecen mis esperanzas de volver a pisar el pasto verde y húmedo. Disfrutar el aire fresco, gozar de correr libre. Pero luego vuelvo a la realidad en la cual me encuentro, sin ninguna esperanza, atado de manos…
El último texto relató el duelo ante una gran perdida:
Me dijiste que siempre ibas a estar y ahora me pregunto dónde estás…
La respuesta del grupo ante los textos compartidos fue cálida; se percibió también una sensación de agradecimiento al poder compartir tanto ideas como emociones respecto al sismo, un evento de la naturaleza, que de algún modo nos ha movido a todos. La sesión concluyó con la idea de seguir trabajando con el texto conjunto y poder compartirlo con muchas más personas.
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