Taller de Padres, 5 de enero

Posted by on Feb 1, 2019 in Nuestros talleres | No Comments

Taller de Padres III

Sábado 5 de enero de 2019

Docente: Carolina Rodríguez

 

Durante esta sesión los padres realizaron una carta poniéndose en el lugar sus hijos, en la que hablaron sobre las necesidades reales que éstos tienen actualmente; también se remontaron al pasado para lograr hacer una carta sobre las carencias emocionales que sufrieron cuando fueron jóvenes. Finalmente compararon los escritos para encontrar similitudes entre ambos, fue una sesión sumamente reveladora en la que prometieron convertirse en verdaderos reyes magos, capaces de cumplir los anhelos más profundos de sus hijos. Para iniciar, Carolina pidió que se presentarán y que comentaran los cambios que han observado en sus hijos durante el lapso que han estado en el Programa.

Y así iniciaron la sesión, compartiendo sus experiencias:

  • Mi hijo ha cambiado, lo siento un poco más maduro, viene contento y a mí me ha servido mucho.
  • Mi hijo sale muy contento de las actividades que tiene aquí… Hay veces que está más feliz que otras, ya lleva un año…
  • Yo veo esto como una terapia de grupo, me parece buena la dinámica de trabajo… Veo a mi hijo muy a gusto, yo siento que le han dado mucha seguridad.
  • Al principio mi hija tenía resistencia por no querer cumplir con el horario, afortunadamente hemos avanzado, cuando llega se integra al 100%, en febrero concluye y a ella le gustaría seguir viniendo.
  • Es la primera vez que vengo, mi hija era muy explosiva, siento que le ha servido mucho porque antes no platicábamos, solo teníamos una lucha de poder. Yo también fui a terapia y ambas hemos cambiado, la veo más madura, resuelve problemas.

Carolina: Ahora, me van a decir el área de oportunidad de sus hijos y de quién aprendieron la conducta negativa que están manifestando…

Algunos comentarios fueron los siguientes:

  • Mi hija a veces es impulsiva, lo aprendió de su abuela materna.
  • Mi hijo piensa que merece todo sin esforzarse, eso lo aprendió de mi familia.
  • Siempre han dicho que mi hijo se parece a mí hasta en carácter, chocamos mucho, es muy enojón y se estresa.
  • Yo me considero muy explosivo, pero no frente mi hijo. Sí, hablo fuerte y venimos de una familia muy ruidosa. Nunca he tenido problemas con él, sólo con su mamá; él se pone al tú por tú con ella, se pone rebelde.
  • A mi hija le cuesta trabajo enfocarse, siento que no tiene claro nada, siento que no tiene anhelos, no siento que este desmotivada, si no que le da flojera buscar.

Carolina: Vamos a hacer un ejercicio, respiren y metan a su cuerpo aire color esmeralda… Al respirar van a sentirse relajados y tranquilos, pasando por todo su cuerpo iniciando en los dedos de los pies y pasando por tobillos, muslos, cadera, cintura, estómago, intestino delgado y grueso, se relajan todos nuestros músculos, pasando por la tráquea, la faringe y también por la espalda, rostro y boca… Permitimos que nuestros ojos sean la pantalla para poder mirar todo lo que no miramos normalmente… Vamos a quedar totalmente relajados… Lentamente convertidos en una gran pantalla vamos a ir recordando enero del 2018 y quiero que visualicen a su hijo y que se permitan ver lo que le molestaba y no le gustaba de ustedes, qué necesitaba de ustedes… Cuando tengan esa imagen… Vamos a pasar a febrero y vamos a ver qué les refleja ese hijo en ustedes… Pasamos a marzo, ¿qué les reflejo este hijo o hija?… Vamos a abril, mayo, junio, si en ese momento ese hijo hubiera tenido una varita mágica, ¿qué es lo que hubiera pedido?… Nos vamos a julio y vamos a ver qué refleja este hijo en el día del padre… ¿Cómo fue esta situación?, en el caso de las mamás, ¿cómo vieron a este hijo en relación con los padres?, pasamos a agosto, septiembre, octubre, ¿cómo les fue?… Llegamos a noviembre y diciembre… Conforme van respirando entren en el cuerpo de este hijo o hija…

Después del ejercicio, escribieron una carta, como si fueran sus hijos, pidiendo lo que necesitan de sus padres.

Carolina: Quiero que me digan su nombre y qué es eso que le pedirían a la varita mágica que cambiara de mamá o papá, qué les dificulta andar por la vida…

Los padres fueron comentando, algunas ideas fueron las siguientes:

  • Quisiera que no se enoje, que me escuche… Yo trato de estar con ella, de animarla y hacemos muchas actividades…

Carolina: A lo mejor tú te has encargado de sacar a tu mamá de la tristeza, es un gran esfuerzo…

  • Le pediría a mi mamá más tiempo conmigo. Desde que se volvió a casar y tuvo a mis hermanos, las cosas no fueron igual…

Carolina: Creo que no solo quieres tiempo, sino una madre atenta a tus necesidades…

Así siguieron comentando cada uno como si fueran sus hijos, posteriormente, Carolina les pidió que realizaran otra carta, esta vez como ellos mismos, pero en edad adolescente.

Carolina: Lean ambas cartas para que puedan observar las semejanzas…

Algunos comentarios fueron:

  • En mi caso yo repetí patrones, mis papás se divorciaron, yo me fui a vivir con mi papá y extrañaba mucho a mi madre y hermanas. Me sentía solo, no encuentro semejanzas en las cartas.

Carolina: Tú hijo pide tiempo contigo, es la misma petición en diferentes palabras.

  • Quizá la única similitud serían los momentos de alegría… A esa edad yo me sentía muy cansado porque cuidaba a mi mamá.

Carolina: Pero es lo mismo que pide tu hija… Cuando hay tanta obligación, falta la parte lúdica… Hay una parte donde dejas de ser empático y amoroso…

  • Las similitudes que encuentro son falta de tiempo, comunicación y empatía.

Carolina: Hoy es un día especial porque será Día de Reyes, vamos a hacer magia y vamos a darle a nuestros hijos lo que más desean…

Carolina pidió a los padres que se mantuvieran conscientes de las necesidades reales de sus hijos, que dediquen tiempo y esfuerzo en lograr cumplirlas. Posterior a esto se realizó un ritual de año nuevo, en el que los padres llenaron una canasta con objetos simbólicos: dulces para tener alegría en el año, granos para la abundancia, una calabaza para la prosperidad y una calaverita para la transmutación.

Para finalizar, en el tiempo de compartir algunas experiencias fueron:

  • Yo he cambiado y mi hijo también, me doy cuenta ahora de muchas cosas.
  • Tuvimos una discusión muy fuerte y mis hijos me dijeron que no reconozco mis errores. A mí me cayeron veintes, estoy intentando no enojarme tanto. Siento que estoy haciendo cambios y esfuerzos, les agradezco.
  • Siempre me llevo lo que escucho, me sirve mucho lo que hablan porque dan soluciones.
  • Me gustó mucho el hablar y expresar lo que tengo, me hace sentir más ligera, veo los logros de mi hija y se lo voy a reconocer, veo que es más madura y nos sirve mucho vernos en su lugar.

Mirta: Es una noche especial porque tenemos bastante energía masculina, bueno, cada uno de nosotros tenemos una parte femenina y otra masculina… Gracias a todos los papás que vinieron hoy…

Boris: Para mí es un privilegio escucharlos porque aprendemos mucho de sus experiencias…

De esta manera el taller concluyó, fue un momento especial para hacer un recuento del año que terminó y visualizar el que va empezando, revisando las necesidades de la familia y pensando cuáles serán las acciones concretas para lograrlas; definitivamente, la empatía será necesaria para alcanzar lo deseado.

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