Voces juveniles: Valores, 2 de marzo

Ensayo: VALORES I

Se dice que el orden de las pertenencias y espacios habla mucho de sus dueños y yo creo que lo mismo hacen sus cuerpos. Mas allá de su apariencia dada al azar de genética, de Dios o como quiera creerse, hay algo que también los vuelve únicos como su huella dactilar, pero en lo que sí podemos intervenir: Para empezar, el autocuidado que aspira a su salud, es como la limpieza y orden que alguien puede tener en su hogar, pues el cuerpo también es hogar. Luego está el movimiento, que es la finalidad del cuerpo si se ve a este como un móvil. Como una herramienta física que nos lleva a conseguir metas producto de la mente.

Con el cuerpo vamos a donde deseamos, pero empezamos por un latido que es movimiento y es vida, luego una respiración constante, una mirada, luego por un paso, millones de pasos, sudor de la frente, un ritmo, luego un baile, confidencia con nosotros y con alguien más. No paramos de sentir, de movernos y de cambiar. El movimiento es cambio y en él se nos va la vida. Por eso, un cuerpo sano y activo percibe y recorre mejor la vida. Es así como el cuerpo habla por nosotros, por eso me resulta chocante cuando alguien con el cuerpo deformado por el descuido dice amarse.

Lo que esta clase me ha enseñado es que movernos y vivir son casi sinónimos si lo queremos hacer bien. Hay que estar atentos y sensibles, improvisando con intrepidez pero atención jazzística. Podemos movernos con el regular balance, arrastrarnos por el piso o dejarnos ir con una sola mano guiando todo; así como un pensamiento obsesivo nos guía hasta el final, así como le damos el poder a un solo sentir en algún performance, aunque en realidad pensemos muchas más cosas. Así como esa mano que nos guía, tenemos valores que lo hacen y por tanto debemos aprender a sentir si estos nos hacen chocar o si con ellos encontramos nuestro ritmo.

Por: CORAL

Fundación SKY