Amor a la Antigua: La Rondalla Romántica de San Francisco
Por Victor Miranda
La Rondalla Romántica de San Francisco es un grupo de jóvenes que tiene la intención de rescatar el romance en esta ciudad a veces tan olvidada de los sentimientos, por lo cual se tomó como un himno la canción “Amarte a la Antigua”, cuya letra expresa todo lo que la rondalla quiere compartir. El grupo hizo su debut en una presentación por motivo del día de las madres el 10 de mayo de 2012, causando admiración en los espectadores. Fueron los primeros aplausos para la rondalla y en las palabras de su fundador Abraham Ortiz: “Son los aplausos los que nos dan aliento para cantar, y quiero que esos aplausos se vuelvan a repetir”.
Después del éxito logrado en la presentación del 10 de mayo la rondalla se dispuso a salir a las calles y llevar el sentimiento del romance a la ciudad. Se empezaron a llevar serenatas a conocidos, y después daríamos otro paso que ayudó en el desarrollo de los integrantes: ir a tocar a los cafés, de nuevo ante un público. Con esto la rondalla llego a más personas, y los eventos comenzaron a aparecer: fiestas de cumpleaños, aniversarios, serenatas e inclusive unos XV años. También empezamos a tocar a las afueras del palacio de Bellas Artes al igual que en el centro de las delegaciones Coyoacán y Tlalpan.
Todos los eventos son grandes experiencias pero sin duda ha habido eventos con mayor trascendencia, los cuales son citados a continuación:
La fiesta patronal de la parroquia de Santa Rosa de Lima, donde una vez más el público aplaudió de manera increíble, esta vez haciéndolo de pie y recibiendo nuestro primer reconocimiento.
La fiesta patronal de la parroquia de San Francisco de Asís Tultengo. En esta ocasión a la rondalla se le dio un lugar estelar, siendo el grupo que diera por terminado el evento. Cabe mencionar que fue nuestro primer encuentro con un equipo de audio. Había público sentado y de pie, escuchando y también diciendo una que otra porra. Fue el evento donde se sintió más la cercanía que lográbamos tener hacia las personas. Sin duda un gran evento.
Con estos dos eventos la rondalla había crecido, en cada uno se había aprendido algo nuevo, y cuando menos lo esperábamos ya teníamos la invitación a un encuentro de rondallas y estudiantinas. Era una gran oportunidad que no dejamos pasar. Ese evento nos demostró que ya somos rondalla. Esa noche obtuvimos otro reconocimiento, pero lo más importante de todo, fue el saber que la Rondalla Romántica de San Francisco brilló esa noche: no hubo otra rondalla como la nuestra. Siguiendo por el mismo camino, se nos recomendó para tocar en una noche colonial, de igual forma acompañado de otros grupos musicales. Fue de nuevo una gran noche, y esta vez la satisfacción fue personal – cantamos como no lo habíamos hecho nunca. Ahora además del público éramos nosotros mismos los que estábamos admirados con lo que habíamos logrado.
La rondalla ha ido creciendo, ha ido aprendiendo, con apenas ocho meses se han conseguido logros importantes. Ahora la rondalla es más que un grupo – ya es una familia. Todavía nos queda mucho por recorrer, pero estoy seguro que La Rondalla Romántica de San Francisco seguirá cantándole al amor, porque somos las voces y el sentimiento de un mismo corazón.
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