Violencia contra la mujer, investigación en proceso
Clara Martínez Gómez
VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
INTRODUCCIÓN
La violencia, manifestación que debiera estar ya desterrada dentro de una sociedad civilizada, sigue actuando entre nosotros como si fuera la única forma en la que unos pocos hacen oír su voz, mientras que la mayoría, perjudicada, ha de seguir padeciendo.
No cabe duda que la violencia en la familia puede ser la base generadora de más violencia. Se ve a diario como algunas madres y algunos padres dañan tanto física como psicológicamente a sus hijos, creando un ejemplo que podría generar en el futuro personas con tendencias violentas.
Si cada uno de nosotros no tomamos conciencia de la violencia que generamos en nuestra casa, en nuestro trabajo, en la calle o en los lugares que convivamos, no podemos contribuir a que cese el fenómeno de la violencia que hoy nos toca vivir en nuestra cultura.
Otro caso penoso es que algunos adolescentes de nuestro país están actuando de una forma vandálica, esto se debe a la falta de formación en valores, a la falta de amor que hay en sus casas, a la falta de conocimientos que les permitan razonar antes de cometer actos inhumanos y ponerse el “disfraz de la violencia”.
Está claro y da lástima, que ya ni en nuestro hogar podemos estar confiados y protegidos de cualquier delincuente.
Qué bueno sería que alguien pudiera inventar una «VACUNA» contra la «VIOLENCIA».
“La violencia es una acción ejercida por una o varias personas en donde se somete a otra u otras personas de manera intencional al maltrato, presión sufrimiento, manipulación u otra acción que atente contra la integridad tanto física como psicológica y moral de cualquier persona o grupo de personas».
«La violencia es la presión psíquica o abuso por la fuerza ejercida contra una persona con el propósito de obtener fines contra la voluntad de la víctima».
Cuando hablamos de violencia creemos que solo es «dar golpes’’, pero estamos equivocados. En esta primera parte, trataré el tema de la violencia contra la mujer.
LA VIOLENCIA DE GÉNERO
La violencia tiene un efecto profundo sobre la mujer. Empieza antes del nacimiento, en algunos países, con abortos selectivos según el sexo. O al nacer, cuando los padres desesperados por tener un hijo varón pueden matar a sus bebés del sexo femenino. Y sigue afectando a la mujer a lo largo de su vida. Todos los años, millones de niñas son sometidas a la mutilación de sus genitales. Las niñas tienen mayor probabilidad que sus hermanos de ser violadas o agredidas sexualmente por miembros de su familia, por personas en posiciones de poder o confianza, o por personas ajenas. En algunos países, cuando una mujer soltera o adolescente es violada, puede ser obligada a contraer matrimonio con su agresor, o ser encarcelada por haber cometido un acto «delictivo». La mujer que queda embarazada antes del matrimonio puede ser golpeada, condenada al ostracismo o asesinada por sus familiares, aunque el embarazo sea producto de una violación.
Después del matrimonio, el riesgo mayor de violencia para la mujer sigue habitando en su propio hogar, donde su esposo y, a veces la familia política, puede agredirla, violarla o matarla. Cuando la mujer queda embarazada, envejece o padece discapacidad mental o física, es más vulnerable al ataque.
La mujer que está lejos del hogar, encarcelada o aislada de cualquier forma es también objeto de agresión violenta. Durante un conflicto armado, las agresiones contra la mujer aumentan, tanto de parte de las fuerzas hostiles como de las «aliadas».
VIOLENCIA FAMILIAR
La forma más común de violencia contra la mujer es la violencia en el hogar o en la familia. Las investigaciones demuestran sistemáticamente que una mujer tiene mayor probabilidad de ser lastimada, violada o asesinada por su compañero actual o anterior que por otra persona.
Los hombres pueden patear, morder, abofetear, dar un puñetazo o tratar de estrangular a sus esposas o compañeras; les pueden infligir quemaduras o tirar ácido en la cara; pegar o violar, con partes corporales u objetos agudos; y usar armas letales para apuñalarlas o dispararles. A veces las mujeres son lesionadas gravemente y en algunos casos son asesinadas o mueren como resultado de sus lesiones.
La naturaleza de la violencia contra la mujer en el ámbito familiar ha propiciado comparaciones con la tortura. Las agresiones están destinadas a lesionar la salud psicológica de la mujer al igual que su cuerpo, y suelen ir acompañadas de humillación y violencia física. Al igual que la tortura, las agresiones son impredecibles y guardan poca relación con el comportamiento de la mujer. Finalmente, las agresiones pueden sucederse una semana tras otra, durante muchos años.
La violencia en la familia se da principalmente porque no se tienen respeto los integrantes de esta, por el machismo, por la incredulidad de las mujeres, y/o por la impotencia de estos.
Se puede presentar en cualquier familia, de cualquier clase social, una forma de prevenirla, es alentando a toda la comunidad a promover el respeto, hay que tenerse respeto y buscar apoyo en organismos externos competentes que pueden contribuir a restablecer los vínculos dentro del grupo familiar.
VIOLENCIA PSICOLÓGICA
La violencia psicológica incluye maltrato verbal en forma repetida, acoso, reclusión y privación de los recursos físicos, financieros y personales. Para algunas mujeres, los insultos incesantes y la tiranía que constituyen el maltrato emocional quizá sean más dolorosos que los ataques físicos, porque socavan eficazmente la seguridad y la confianza de la mujer en sí misma. Un solo episodio de violencia física puede intensificar enormemente el significado y el impacto del maltrato emocional. Se ha informado que las mujeres opinan que el peor aspecto de los malos tratos no es la violencia misma sino la «tortura mental» y «vivir con miedo y aterrorizada».
VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, Investigación en proceso
Clara Martínez Gómez
Adolescente becaria
Fundación S.K.Y., A.C.
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