Taller de Narrativa, 26 de agosto

Posted by on Oct 11, 2017 in Nuestros talleres | No Comments

Taller de Narrativa V

Sábado 26 de agosto de 2017

Docente: Moisés Mendelewicz

 

En esta ocasión las y los adolescentes tuvieron la oportunidad de trabajar la expresión corporal al hablar frente al publico; el ejercicio consistió en leer un cuento e ir concientizando las reacciones de los nervios, como las risas, las muletillas, los movimientos repetitivos de manos o pies, el vaivén, del cuerpo, etc.

El grupo inició la sesión haciendo trabajo corporal, formaron un círculo, se abrazaron y se alejaron; nuevamente se abrazaron, pero esta vez de manera forzada, simulando «los abrazos de año nuevo».

Moises: Piensen en alguien que les cae mal y que tienen que abrazar porque les regaló un iPhone 8…

Entre risas, la mayoría  de las y los adolescentes responde que no aceptaría el abrazo.

Moises: ¿Para quién estuvo horrible regresar a clases? y ¿para quién fue maravilloso regresar?

Así, las y los adolescentes fueron contestando, en ese momento Moises les pidió que por parejas «lucharan» repitiendo: «odio a mis compañeros», que fue la razón que uno de los adolescentes dio para justificar su sentir en la escuela.

Posteriormente repitieron: «Me cayeron gordos los maestros porque son muy malos».

Moises: Imaginen que estamos en el recreo, se van a pasar un papelito que tiene algo secreto, deben hacerlo sin que los demás se den cuenta…

Las y los adolescentes comentaron que en su escuela hay cámaras y que es muy incómodo vivir así, no pueden usar sudaderas, desconfían de ellos todo el tiempo, entre otras situaciones.

Moises: Vamos a quejarnos de lo cansados que estamos…

En ese momento, Yu Hing y Moises actúan como mamá e hijo llorón, las y los adolescentes  los emulan, convirtiéndose  en niños que no quieren ir a la escuela.

Moises: Nos metemos en el personaje de yo no odio a nadie, «me puedes escupir si quieres» ,»trátame como quieras», «no importa»…

El grupo dio más frases para ejemplificar el tipo de personaje nulificado que les explicó Moises.

Algunas de las ideas fueron las siguientes:

“No importa que me hayas dejado plantada”

“No importa que no me hayas dado de comer”

“No importa que me hayas acusado”

“No importa que hayas olvidado nuestro aniversario

“No importa que me hayas confundido con otra”

“No importa que me hayas engañado”

” No importa que no tapes la pasta”

“No importa que me hayas lastimado”

“No importa que no me hayas pasado la tarea”

“No importa que me hayas pisado”

“No importa que te hayas ido”

Todas y todos caminaron diciendo: yo te perdono, me puedes seguir haciendo lo que quieras…

Para el siguiente ejercicio, imitaron un personaje completamente distinto, repitiendo: «no sabes con quién te metes».

Moises: Ninguno es tan santo ni tan desgraciado, depende la situación, pero nos vamos a dividir, los que se consideran muy buenos y que no se defienden, se ponen de lado derecho… Los que actúan defensivos todo el tiempo, se ponen de lado izquierdo y los que actúan de las dos formas se ponen en medio…

Entonces, se dividieron y lucharon diciendo: «ojalá ya regrese a la escuela, quiero conocer más amigos»; se saludan dándose la mano y mirándose a los ojos. Luego Moises les pidió que pasaron  desapercibidos evitando saludar a los que se encontraban.

Posteriormente, jugaron escondidillas, uno de los adolescentes fue el elegido para encontrarlos, al concluir, iniciaron movimientos al ritmo de varios tipos de música, como rock y chachachá. Se estiraron en el suelo y finalmente tuvieron un momento de relajación antes de tener un receso. Al regresar continuaron con las actividades planeadas.

Moises: Sus compañeros nos van a leer un cuento…

  • Como tal, no he traído el cuento y lo traigo en el celular, me va a costar mucho porque la oratoria no es lo mío.

Moises: Tú algo traes adentro que quieres decir… Entonces tú cuéntalo, si alguien no entiende lo comentamos al final…

  • Tengo muchos nervios… Mi personaje está basado en uno que ya existe, tiene características particulares…  En un principio, se dio cuenta que sus padres no lo querían mucho…  Su papá se había vuelto un alcohólico, su madre era sumisa… Había también una hermana; ella era una chica de 3 ó 4 años, un día él fue al cuarto de su hermana…

Moises: Ahora vamos a hacer un ejercicio más difícil, ¿tú, de todas tus reacciones nerviosas, te das cuenta?

  • Si la risa y  el movimiento constante en las manos…

Moises: ¿Tú serías capaz de cuando venga la risa intentar pararla?

En ese momento Moises se levantó para ejemplificar los nervios y como pararlos conscientemente, mediante un movimiento del cuerpo.

Moises: Se puede hacer todo, pero dándose cuenta… Comienza a hablar y cuando sientas que viene la risa, transfórmalo…

  • A diferencia del personaje real, él había tenido una infancia difícil porque su padre era alcohólico…

Moises: Es muy importante que no te corretees, si notas que la gente se empieza a aburrir entonces modificas algo para no perderla, pero si te están poniendo atención, no te corretees…

Así, nuestro adolescente leyó el cuento, tomando en cuenta cada uno de los detalles que le comentó Moises.

Moises: Échate para atrás, respira y continúa… Yo me sé los cuentos tan bien que a veces los cuento de manera mecánica, entonces paro y le pregunto a las personas donde vamos y aso acerca al público…

La lectura continúo.

Moises: A veces nos quedamos callados para hacer una “pausa llena”, eso quiere decir que podemos hablar y hacer pausas sin desconectarnos… Para pensar en lo que estamos diciendo… No te corretees, no digas todo lo que viene a tu mente… Es hacer un pequeño sacrificio, no debes decir todo…

Moises: Alguien más cuente su cuento…

  • Lo había leído hace un tiempo y es un cuento que ya existe, mis personajes están en un universo aparte, no sé cómo contarlo… Me encontraba cubierta de la sangre de la persona que más amaba en el mundo… Estaba tratando de parar el sangrado, pero era inevitable… Sentí como mis lágrimas bajaban por mis mejillas y veía que su mirada perdía la luz… Él me dijo suavemente: “respira profundo”, le pedí aguantar.

Moises: ¿Dónde sucede lo que va a pasar?

  • En el dormitorio del hospital…

Moises: Está en primera persona, si es un cuento, no puede ser contado así porque no puedes estar dentro…

Se siguió haciendo algunas revisiones de la última narración e igualmente se tomaron en cuenta las sugerencias, en ese momento tocó el turno de la lectura del último cuento.

  • Es un cuento cortito que revisé alguna vez… Henry miró el reloj, miró sorprendido… Lo sorprenderían… Era tan malo en geometría, pero creía en la magia; decía hechizos y se encerraba en una estrella de sal…

Moises: Este cuento estuvo muy bien  contado, me siento como torturador de la Edad Media, yo era como ustedes, súper tímido, es algo que se quita practicando por lo que varios de ustedes leerán un texto en la próxima sesión, no se agarren cualquier texto, traigan algo que les guste…

El taller concluyó, las y los adolescentes tuvieron la oportunidad de compartir cuentos y de narrarlos en busca de adquirir habilidades que les permitan hablar mejor en público, en un ambiente de respeto y confianza, el grupo pudo desarrollar las actividades; para los siguientes cuentos se le pidió a las y a los adolescentes que no han participado con lecturas. Fue un día disfrutado, donde no sólo hubo movimiento, sino también narración, tanto de cuentos como de las propias experiencias.

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