TEMPO

Josué Vergara Alarcón

El tiempo es valioso para quienes saben dormir y soñar despiertos, para quienes tienen piedad por su contexto y hacia sus semejantes, es para quienes comprenden lo complicado que resulta la simplicidad, y para quienes lo sencillo se vuelve complicado.

El tiempo es para quien lo arriesga todo sin esperar algo a cambio, es eterno para quienes aman y, a su vez, es un martirio constante para quienes están enamorados del pasado, – “¿por qué ver esta vida y la siguiente como separadas si una proviene de la anterior?”- he escuchado por doquier, y sin dudarlo me mantengo estático sin mucho qué decir…

Me reservo del mundo en lo más privado de mi habitación para poder reflexionar sobre el denso color azul que posee el mar, justamente a él y específicamente a él, porque es lo más profundo que conozco, aparte de tus ojos.

Tiempo… el recurso más valioso y el más desperdiciado por el hombre, casi pareciera que la apatía es una extensión de la actividad humana, puesto que muchos tienen tiempo de sobra, tanto que de pronto les parece que será eterna su estancia, que nunca morirán, que no dejarán de existir.

De igual manera, hay experiencias que aprovechan el tiempo, por ejemplo, aquellas que a un humano le provocan revolcarse en el piso de gusto, las que son instantáneas y cuya sensación perdura varios días o meses (la memoria táctil, por ejemplo), las que son confusas pero disfrutables, las que son mortales para la mente humana y que dejan alguna enseñanza en el camino de cualquiera, las que son inesperadamente esperadas, las que encuentran una dirección sin buscarla, así como también las que producen ansiedad y euforia mediante su espera, las que contienen una batalla indudablemente hermosa dentro de sí… entre otras.

Por ende, considero que el tiempo es el recurso más importante para cada ser vivo que exista, pues no hay nada como desperdiciar el tiempo en algo que sabes que no te hará un alza en el valor de tu vida. Por todo lo anterior concluyo lo siguiente:

Como una danza desesperada, como una playa sin arena… como un puente colgante que yace sesgado, o una ventana vieja y rota de mi camarote, así… te pienso. Como las tormentas y sus relámpagos, como una sollozante melodía de verano… me acordé de ti… no específicamente de tu nombre, pero si lo que significaste para el mundo.

Probablemente debería de ser más paciente y darme un tiempo (que no tengo), el cual me permita alejarme de todo pensamiento ambiguo proveniente de la sociedad, aprovechar cada segundo que me encuentro vivo para encontrar la respuesta que durante años me he planteado y que hoy más que nada pareciera una desconocida utopía. ¿Sería un desperdicio?, ¿debería dedicarme a?, ¿esperar a que me encariñe de manera forzada a una vida ajena a mí?, ¿sería prudente?

A diario en el mundo se repite lo que nos place, lo repiten sin cesar, lo hacen de tantas formas y tan constantemente que terminamos por creer que es lo que queremos escuchar. Nos hablamos sobre lo que deberíamos tener, con quienes deberíamos estar y qué es lo que deberíamos hacer el resto de nuestras vidas para considerarnos exitosos. A pesar de saber que en realidad todo termina siendo relativo y obsoleto.

El tiempo (que no tengo), o más bien, el que tengo ocupado en otras cosas, se me ha ido gastando desde que tengo memoria, en cosas vanas y egoístas tanto en el sentido propio de la palabra como sus variaciones en el lenguaje, lo que he construido en realidad no me pertenece porque en sí mismo no es lo que algún día quise sino lo que otros quisieron para mí.

Es hora, me ha llegado el tiempo de despertar, necesito tomar mi falso insomnio y perdonar todo lo que alguna vez fui, lo que quise ser y que ahora me doy cuenta de que no era la realidad esperada. Una vez hecho esto, podré tomar de un momento a otro, ésta vida alocada que deseo me pertenezca y por fin el yo aventurero y osado pueda manifestarse para que al fin pueda disfrutar la vida que sé, me merezco por el simple hecho de existir, así como tú, así como todos.

TEMPO

Josué Vergara Alarcón, 27 de octubre

Fundación S.K.Y., A.C.