No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla


Como les comentamos, el 31 de marzo, después de meses de aprendizaje los chicos de la Fundación S.K.Y. en conjunto con el Colectivo PiB dieron inicio al Proyecto de Mural en la Plaza San Lucas en la zona de Pino Suárez en el Centro Histórico.

A lo largo de 10 días netos se quedaron plasmadas tanto las inquietudes de los jóvenes ante el México actual, así como el México que ellos quieren y necesitan. El proceso fue muy interesante, con la ayuda de Diego, Carlos, César y Christian (Colectivo PiB) en todo momento, los chicos pusieron en práctica el manejo del aerosol en la técnica con esténciles, cómo olvidar las mariposas de Jimena, Carlota y Karen, el cuervo de Alejandro o el guitarrista de Salvador.

Experimentaron lo estresante y gratificante de una técnica a gran escala, la inclemente pared que le dio tremenda lata a Mariana, Nancy, Karla, Arturo, Axel, Abril, Lluvia y Daniel. Los altibajos del trabajo en equipo, la practica del vértigo y malabarismo con los andamios, como Gustavo y Paola lo recuerdan perfectamente.

Los chicos estuvieron en contacto con la gente que día a día transita y habita la zona. Gente que se sintió interesada por lo que se hacía y quería participar, gente que disfrutaba de tomar su almuerzo mientras veía como se desarrollaba el mural, y gente que no le dio la menor importancia. No podemos olvidar a la amiga la «rata» de jardinera que se daba sus vueltas para ver cómo íbamos avanzando.

Todo se empieza con algo, en la zona hay una participación ciudadana latente, la cual está a la espera de medios por los cuales salir a flote. Como muestra, hubo una señora que se cambiaba de casa, parece ser que gustaba de coleccionar macetas puesto que tenía un número tal que en su nuevo hogar no le permitían llevarse todas, al ver el cambio que se daba en la Plaza San Lucas decidió donarnos algunas macetas para y las lleváramos a las jardineras y ayudar, obviamente para esto se necesitó de los músculos poderosos de Gustavo y Moisés.

Recordamos con mucho gusto a tres niños que viven en la zona, dos de ellos acuden al CENDI que se intervino. Nos visitaron dos veces, preguntándonos qué hacíamos y cómo lo hacíamos, especialmente mostraban un gran interés en la técnica del esténcil. Niños muy inteligentes que buscan un ambiente donde sus capacidades sean estimuladas correctamente.

Nos queda claro que el arte, en cualquiera de sus manifestaciones, es un motor  por el cual uno puede ayudar, sanar y ser escuchado. La transformación no se lleva a cabo solamente en el lienzo.

2 Comments

  1. Moisés Cervantes
    junio 13, 2012

    Felicidades!!!

Leave a Reply

You must be logged in to post a comment.