Voces juveniles: Valores, 1 de junio

ENSAYO: VALORES IV

Violeta es mi antónimo, ella nació el mismo día que yo hace casi 20 años. Cuando era pequeña su madre enfermó y su vida cambió. Estaban solas, así que dejó de jugar para poder trabajar. Alimentaba a su madre con paciencia dejando de lado sus propias tripas. Se olvidaba de sí misma, pero no perdía la esperanza.

Poco a poco fue olvidando lo que era recibir porque ella vivía para alimentar. El problema fue cuando su madre murió y no supo qué hacer con el amor y el alimento. Comenzó a adelgazar y a palidecer, nunca había estado acostumbrada a procurarse pero tuvo que hacerlo o moriría de no ser así. Tomó el tazón de arroz y comió lento. Con ese sencillo acto comenzó su nueva vida en la que aprendería a recibir.

Mi vida en cambio, se trató de cómo me arrebataron a mi madre con su propio permiso, y como por despecho no quise recibir más su comida. De como desde chica comencé a buscar mi propio alimento espiritual y como confundí las drogas con esto. Yo en cambio lo que busco ahora no es recibir sino dar y cuidar. Yo a comparación de Violeta no he perdido tanto y fue con su ayuda que estoy empezando a perdonar y valorar.

Por: CORAL

Fundación SKY