Taller de Padres, 05 de marzo

En esta sesión los padres y madres de los integrantes del programa lazos,  trabajaron recordando su propia adolescencia, compartieron las frases y preguntas que más resonaban en su juventud, así como aquellas palabras de apoyo que les hubiera gustado escuchar.

Carlos. – La manera de ejercer la paternidad está influida por nuestra manea de ser, nuestro trabajo e infancia. No sé si recuerden los temas que trabajamos anteriormente. Qué pasos hemos dado, qué nos ha quedado en la cabeza de este espacio. La sesión anterior hablamos de cómo nos atravesaba el tema de la salud, las estrategias que utilizábamos para lidiar con la pandemia. Dejar claro que este espacio es un intercambio de experiencias de reflexión.

El profesor, pone en el piso una serie de imágenes de azulejos, la instrucción es mirar las imágenes mientras caminan por el espacio con la consigna de elegir de una a 3 imágenes que describan cómo están en este momento. Se levantan de su lugar para tomar una de las imágenes de sus compañeros y hacen una composición en el centro en el orden que quieran.

Respuestas del grupo ante la actividad:

  • Fuerza y valor
  • Comprensión
  • Esperanza
  • Tranquilidad
  • Paz
  • Construir
  • Conexión y transformación
  • Tranquilidad
  • Armonía
  • Amor
  • Esperanza ante la adversidad

 

Después de esta actividad, se acomodan en un círculo y trabajan con la palabra “puedo” y “no” estas palabras buscan establecer límites en el grupo.

Carlos. – Qué nos dicen nuestros hijos que no estamos escuchando, Qué tanto nos damos la oportunidad de preguntar, cuantas veces imponemos nuestra visión y no permitimos la libertad de expresión en nuestros hijos. ¿Realmente estamos atentos a sus “puedo”?

Se reparten hojas blancas y se preparan para una meditación guiada:

Carlos. – En esa posición vamos a cerrar los ojos, vamos a recomponernos, si necesito cambiar de posición puedo hacerlo, pero mantengo los ojos cerrados, hago un repaso del cuerpo, sentimos las temperaturas, tratamos de ver si reconocemos las distintas temperaturas que tiene nuestro cuerpo. Cómo se siente la ropa que traigo, como se siente en la piel. Reviso pies, piernas, dolores y tensiones, exhalamos y esas partes se relajan, reviso glúteos, estómago abdomen, parte baja de la espalda, pecho, cráneo, cuero cabelludo. Regresamos a la edad que tienen nuestros hijos e hijas, cuáles eran nuestras preocupaciones, gustos, alegrías, quienes estuvieron para sostenerme, quienes eran mi ejemplo. Que cosas me acompañaron. Miramos todas las escenas posibles lo que te ayudó a transitar esta etapa. Nos quedamos con estas imágenes, nos levantamos de nuestro lugar a nuestro ritmo sin abrir los ojos y tratamos con estos recuerdos de venir a jugar como si tuviéramos la edad de nuestros hijos.

Toman asiento y hacen una pequeña presentación incluyendo su nombre, su edad y una pequeña descripción.  Por otro lado, el pizarrón se divide en 2 partes: juventud y actualidad, deben poner las frases, palabras y preguntas que tenían en la juventud. Del otro lado escriben las respuestas que le darían a ese adolescente que se planteaba cosas.

Algunos comentarios de la actividad:

A. –  Es muy difícil hablar con tus padres, no lo decimos, pero lo actuamos. No quiero invadirlo, pero sí estar cuando me necesite.

B. –  Lo insegura, frustrada y enojada, espero mi hijo no se sienta así, fue muy difícil.

C. – Con ejercicio vinieron muchas cosas, m vida era muy fácil estaba muy desubicado mis padres muy relajados, espero que mis hijos recuerden que yo estaba para ellos

D. –  Trataba de defenderme y daba validez a otras cosas, había mucho caos, en el ejercicio me tocaron fibras y recordé no tan buenos momentos, yo recuerdo que era fabuloso. Estaba en un equipo de natación. He intentado dejarle eso a mis hijos, que este momento de ser papá es el mejor de mi vida.

E. – Odiaba la escuela, mi uniforme, no me sentía contenta con mi cuerpo, conocía muy poca gente, era tímida, recordé muy buenos momentos con mis amistades. Veo a mi hija y la veo muy reflejada mí.

F. – Yo me esfuerzo por ser cariñosa, pero me cuesta el contacto físico. Tenemos una vida laboral muy ajetreada. Yo de mis hijos siempre soy su mamá no su amiga.

G. – Ser más relajado y no obligarlos a compartir si no quieren. Cuando me platica está muy emocionado y apasionado. Paso mucho tiempo con ellos, pero no necesariamente eso es estar.

H. – Voy a intentar no enojarme tanto intento hablar de todo, sin embargo, siento que no siempre le presto la atención que merece.

I. – Yo siento que tengo muy buena relación con mi hija, pero me gustaría más. Me cuesta soltarla.

J. – Me gustó esta parte de pensar cómo es que yo era, nos olvidamos de las necesidades que teníamos, sé que si la abrazo eso es importante y necesario, aunque no me lo pida.

K. – La gran oportunidad que veo con mi hija es encontrar momentos para platicar, actualmente la confianza es buena. Aprendo a lidiar con sus berrinches. Intento estar más relajada también.

Después de compartir, se levantan de sus lugares para hacer un estiramiento sueve. Se dan los avisos sobre las siguientes fechas para el taller de padres.

La sesión concluye.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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